Comprar una propiedad es una de las decisiones más importantes que vas a tomar, y el diseño, la ubicación o la luz natural son sólo una parte del paquete.
Texto: Lic. Paty Zepeda
Sí, yo también he suspirado por un depa con ventanales de piso a techo, cocina abierta y acabados de revista. Pero mi parte abogada no puede evitar pensar: ¿Y ya checaron si está regularizado? ¿No tendrá hipoteca sin cancelar? ¿La persona que vende tiene facultades para hacerlo?
Como abogada experta en derecho preventivo y directora jurídica de una Notaría, he visto de todo: compradores que perdieron su anticipo porque el inmueble estaba en juicio; propiedades «nuevas» que no podían escriturarse porque el desarrollo no tenía el régimen en condominio inscrito; intentos de ventas con poderes irrevocables… Por eso escribo esto: para que el amor por un inmueble no te nuble el juicio legal.
Comprar una propiedad es una de las decisiones más importantes que vas a tomar, y el diseño, la ubicación o la luz natural son sólo una parte del paquete. La otra mitad está en los papeles. Y si esos papeles no están en regla, lo que compraste fue un problema bonito.
Estas son algunas cosas que deberías revisar antes de comprar:
- El título de propiedad. Debe estar inscrito en el Registro Público. Pero más allá de eso, el antecedente jurídico del inmueble es clave: nos dice cómo está jurídicamente la propiedad y qué actos legales son necesarios para que realmente puedas convertirte en su dueño. Si el título está a nombre de otra persona, si viene de un juicio, si es parte de una herencia sin adjudicar, ¡detente! Porque ahí es donde se definen los pasos adicionales que tendrás que dar, los posibles riesgos y también los impuestos que podrías generar.
- Los adeudos. Predial, agua, hipoteca, o incluso de cuotas de mantenimiento sin pagar. Todo esto afecta la posibilidad de escriturar.
- El uso de suelo. Si estás comprando para vivir, perfecto. Pero si planeas rentarlo por Airbnb, revisa si la zona lo permite legalmente.
- Las facultades de quien vende. Si el que te vende no es el dueño, hay que acreditar que sí tenga facultades legales para venderte. Prende las alertas: cuando personas físicas te venden con poder, hay que poner más filtros.
- Los gastos notariales. Escriturar no es solo el precio de la casa. Hay impuestos, derechos y honorarios. Pregunta antes de firmar y compara cotizaciones.
Comprar bien también es un acto de responsabilidad legal. A veces, un buen asesoramiento te evita perder tiempo, dinero y paz. Recuerda que si parece demasiado bueno para ser verdad, seguramente lo es.
Porque sí, el diseño importa; pero la certeza jurídica es lo que hace que ese depa divino sea realmente tuyo.