Introspección y Progreso: Intensamente 2 y su anímica odisea.

La secuela que promete mantener la calidad en la animación y continuar con una historia tan enternecedora como fascinante.

Por: Alejandro Cortés

Tras un par de años de incertidumbre en torno a la calidad de historias y a la ejecución de ideas por parte de uno de los estudios de animación más importantes de la industria cinematográfica de Hollywood, tanto la audiencia como la crítica especializada poco a poco han abandonado la certeza de que Pixar fue, durante un largo periodo de tiempo, sinónimo de calidad en todos sus relatos y un referente al momento de presentar personajes entrañables. Como resultado de su bajo desempeño, en tiempos recientes las recepciones de sus más recientes producciones han dejado un toque semiamargo en el paladar de miles de cinéfilos alrededor del globo y, el sabor que alguna vez caracterizó al aclamado estudio, poco a poco se ha vuelto insípido y tenue.

Pese a que los altibajos que han perjudicado a Pixar en el curso de los últimos años han sido recurrentes y en ocasiones incluso polémicos, es indudable el talento y la creatividad que el equipo detrás de la compañía ha plasmado en algunos de sus más icónicos largometrajes. Es así que, un título que indiscutiblemente se ha ganado los aplausos y las alabanzas del público se trata del filme codirigido por Pete Docter y Ronnie del Carmen, Intensamente (2015). Esta vez, su secuela Intensamente 2 promete mantener la calidad en la animación y continuar con una historia tan enternecedora como fascinante.

Producción y Equipo

Ahora con el cineasta Kelsey Mann a la cabeza del proyecto, la secuela de la aclamada cinta del 2015 llega con fuerza para volver a acaparar la atención de la audiencia joven y adulta. Mientras que el cast original de la primera entrega regresa para volver a darle voz a los hilarantes y queridos personajes como Alegría (Amy Poehler), Tristeza (Phyllis Smith), Furia (Lewis Black), Temor (Tony Hale) y Desagrado (Liza Lapira), en esta ocasión Intensamente 2 se suma un nuevo elenco para darle vida a cuatro nuevas emociones: Ansiedad (Maya Hawke), Envidia (Ayo Edebiri), Aburrimiento (Adèle Exarchopoulos) y Vergüenza (Paul Walter Hauser).

En etapas tortuosas, el fulgor del pesar. El valor del cambio en Intensamente 2

Emocionante, conmovedora, divertida e inteligentemente bien lograda. Pixar vuelve a pisar fuerte con una secuela que está, sin lugar a dudas, a la par de su antecesora, destacando lo innegablemente interesante que resulta la historia y el desarrollo emocional de Riley, la pequeña adolescente de ahora 13 años. Con secuencias repletas de color y con un mensaje enternecedor, el filme logra esparcir con su anímica odisea una fascinante atmósfera en la sala de cine que permea hasta los poros y conmoverá tanto a los más pequeños como a los más grandes.

Retratando un panorama profundo e introspectivo, Intensamente 2 fija una vez más su narrativa en la manifestación de nuevas emociones y en el álgido clima del subconsciente que, de manera magnífica, luce en pantalla gracias a la paleta de colores, a lo ingenioso de sus elementos y detalles y a la apasionante banda sonora que acompaña cada escena. Con un montaje y una edición dinámica, el retrato de Ansiedad y sus repercusiones en el estado emocional de Riley, sorprende por la coherencia de sus motivos y los principios a los que se rige y que, pese a fungir como el nuevo agente de caos en esta ocasión, la destreza y el intelecto de los guionistas Meg LeFauve, Dave Holstein y Kelsey Mann demuestra que la necesidad de evadir los estereotipos es ahora más que nunca imprescindible.

Con un trazo delicado y perspicaz, el retrato de una vorágine emotiva parte como la punta de un asta que se erige en lo alto para motivar en los espectadores, por medio de la representación del cambio y de su valor intrínseco, a abrazar la desesperación que tantos estragos ocasiona debido a la incertidumbre de su procedencia. Es así que Intensamente 2 retrata con una óptica dulce y con una perspectiva importante una ansiedad que, sin dejar de mostrar su factor caótico, entiende que, en etapas tortuosas, la resiliencia del individuo en colectivo perdura ante los desafíos más grandes.

Una película imperdible y un éxito que vuelve a colocar a Pixar en la cúspide de la animación moderna.