Solo necesitas tres cosas para alcanzar el ideal y volverte imparable.
Por: Esther Crisóstomo
@ttcrisostomo
Todos tenemos una idealización respecto a nuestra imagen y futuro, pensamos en la proyección personal, el desarrollo, en el desempeño profesional y la construcción de nuestras metas. Buscamos ayuda psicológica, de imagen, nos superamos y concluimos las tareas para alcanzarlo. Sin embargo, parece que no es suficiente, seguimos pensando que falta algo.
Solo necesitas tres cosas para alcanzar el ideal y volverte imparable.
1.- Para ser hay que parecer.
Simula, visualízate y proyecta. Si te haces un cambio de peinado, te operas la nariz o cambias tu look, piensas “no me siento yo, me siento otra persona y no me siento a gusto”. Si no aceptas tu nueva imagen te sentirás incómodo, lo proyectarás y el resultado será no avanzar.
Si no te sientes tú… ¡Esa es la idea! Que seas otra persona. Una completamente mejorada y a tu gusto.
Te comparto, soy conferencista y cuando voy a presentarme frente al público traigo a mi mente varias visualizaciones: una, que me veo bien; dos, que les va a gustar la conferencia; tres, que voy a cerrar de forma increíble; y cuatro, que me voy a llevar una super experiencia. Por eso es importante el poder de la visualización. Mírate desde afuera y cómo te quieres ver, imagínate cruzando la pasarela de la vida. En tu simulación, apodérate de tu nueva imagen, camina con seguridad, porta con elegancia tus prendas y habla con firmeza. Un día te darás cuenta que estás listo para conquistar otro nivel en tu vida.
2.- Autoconfianza.
¿Has escuchado el síndrome del impostor? Es la actitud de no creerte el elogio, el reconocimiento o el halago a pesar de que haya claras evidencias.
Sin tener una soberbia, reflexiona en esta frase: “Nadie te puede ver o valorar más de lo que tú lo haces”. Esto te va a permitir no medirte por la opinión, percepción o experiencias de los demás, sino de la seguridad, pasión, entrega y determinación con la que haces las cosas.
3.- Haz.
Inscríbete al crecimiento que quieres en tu vida. Desde una asesoría, una terapia o una profesional. Aprende. No lo sabemos todo y tampoco tenemos porque saberlo; pero aprender siempre será nuestro mejor aliado. Podemos conocer muchas cosas, pero no llevarlas a la práctica nos dejará en el mismo lugar en el que estamos. Actúa. Las acciones son lo que va a marcar la diferencia.
No necesitas convertirte en otra persona, solo destaca lo mejor que hay en ti. Explora todas tus posibilidades y suma a tu vida para ir siempre adelante sacando el mejor partido de ti mismo.
