¿Estás disfrutando tanto tu sexualidad como te gustaría?
Texto: Tere Almanza
Imagen: Cortesía
Sabemos que la sexualidad es una esfera vital, que es una fuente de bienestar, de salud, de autoconocimiento, de vinculación afectiva, que nos ayuda a restablecer el equilibrio en muchas funciones orgánicas y a disfrutar de nuestro cuerpo pero, ¿estás disfrutando tanto tu sexualidad como te gustaría?
Nuestra cultura y el sistema en el que vivimos nos manda mensajes que contrastan con lo que vivimos cotidianamente. Hay una fuerte exigencia por cubrir estándares de belleza, vestir y comportarnos de ciertas formas.
La diversidad se ha hecho cada vez más visible pero no deja de ser un reforzador donde, para ser visible, hay que seguir estereotipos estéticos y actitudes “aceptables”.
Llegamos a estar bajo mucha presión cuando no tenemos una relación de pareja, cuando queremos ampliar la familia y los bebés no llegan, cuando sentimos que el tiempo pasa y no estamos logrando objetivos que consideramos deberían estar en curso o logrados.
Con todo lo anterior, nuestra sexualidad se reduce, nos quedamos disfrutando a medias o deseando saber lo que se siente estar plenos. La sensación de inadecuación se acentúa y nuestras relaciones se construyen sobre cimientos porosos, nos terminamos relacionando muchas veces desde la insatisfacción y el miedo a no encontrar lo que deseamos.
Te mereces disfrutar tu cuerpo, mereces ser amado tal y como eres, con todo lo que sientes. Te mereces explorar nuevas formas de amar, probar nuevas formas de conectar con la dulzura, la ternura, el cuidado, el amor, el placer y, sobre todo, te mereces explotar al máximo tu potencial erótico.
Está bien la torpeza en la intimidad, está bien sentir miedo de que tu pareja se aleje, está bien no querer cambiar tu cuerpo ni hacer lo necesario para alinearlo a los estereotipos, está bien que seas como eres, está bien pedir lo que necesitas, está bien tomarte tiempo para elegir a tus parejas, está bien lo que sucede y lo que no. Está bien esa posición que no se considera “sexy”, está bien gemir, está bien complacer, está bien transformar lo necesario, está bien no estar de acuerdo con lo que no te hace bien, está bien disfrutarte y compartirte… Por favor, no vuelvas a dejar de disfrutar por las pautas sociales que no sintonizan con tus necesidades, tus circunstancias, tu esencia, ni tu presente.
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