La vida no siempre va a tener el mejor escenario para ti, pero en tus manos está el decidir qué haces con ello.
Texto: Ana Karen Ocampo
@ana_ogar
Los seres humanos queremos que nos vaya bien, nos gusta pensar en positivo y casi siempre, en aumento, es decir, cada vez queremos un mejor trabajo, un mejor coche o un mejor estilo de vida porque es natural ser optimista ante el futuro y, ante cada vez más avances tecnológicos, esta mejoría se ve transformada directamente en comodidad, y es que la verdad, uno se acostumbra bien fácil a lo bueno.
Así nos sucedió a mí y a mi esposo el mes pasado; decidimos tomar unas vacaciones de todo, sin preocupaciones y sin prisas, y así lo fueron, 3 semanas de puro amor y felicidad; fue un sueño hasta que llegó el golpe. No hay hospedaje en Nueva York y todavía tienes 1 semana para tu vuelo de regreso a casa. De emergencia conseguimos un airbnb que dista mucho (muchísimo) de ser tu lugar ideal para vacacionar. Sin cobijas, con frío, 14 horas de viaje acumulados, cansados y con bastante jetlag, nos sentimos frustrados y tristes “¿Cómo es posible que acabemos el viaje así?”, tan bien que la pasamos, tan felices que estábamos.
Nos ganaron los sentimientos y no pudimos más que lidiar con esta nueva situación en la que nos encontramos. Pasaron las horas de sueño y con ellas el descanso llegó, y entonces decidimos ponerle nuestra mejor cara y convertimos ese mal trago en un recuerdo que estoy segura para los dos, se convirtió en un momento entrañable del que nos acordaremos con cariño. Compramos cobijas y decidimos ver películas navideñas todas las noches mientras en el día conocíamos la gran ciudad y nos enamoramos de la ciudad y del momento.
Y este fue un pequeñísimo ejemplo de cómo llegan los golpes en la vida, llegan como pequeños ataques a tu comodidad en el mejor de los casos, pero en el peor, pueden ser devastadores porque la vida no es el camino que tú con tanto anhelo planeas, sino lo que haces con los golpes que te llegan.
Si estás esperando que el 2025 sea tu año, sigue esperando, este inicia en miércoles, no se me ocurre una manera más anticlimática de empezar un año que a mitad de semana, porque el tiempo bueno no te llega, lo haces tú, lo decides, lo creas, lo construyes. La vida no siempre va a tener el mejor escenario para ti, pero en tus manos está el decidir qué haces con ello.
Ante el frío, la cobija eres tú.