Más de 35 años de experiencia respaldan el maravilloso trabajo que Sandy y su equipo hacen en el cabello de sus clientas.
Texto: Matty Guzmán
Fotos: Enrique «Oso» Esquivel
Más de 35 años de experiencia respaldan el maravilloso trabajo que Sandy y su equipo hacen en el cabello de sus clientas; y es que como mujeres podemos constatar la importancia que éste tiene en nuestra autoestima e imagen personal.
¿Pero qué tiene Sandy que se siente como magia? Además de una larga trayectoria profesional, sabemos que el verdadero secreto está en el amor y la gran pasión con la que realiza su trabajo día a día, porque ella misma asegura que nunca se dedicó a esto por la remuneración económica que esto le pudiera dejar sino por la convicción de cómo ella podría impactar en el estado de animo de alguien más.
Y así fue desde que empezó. Sandy nació en Nueva Italia, Michoacán. Con tan solo 14 años de edad descubrió lo mucho que le gustaba el mundo de la belleza y el estilismo; disfrutaba arreglar el cabello, cortarlo y maquillar; así que muy jovencita entró a la escuela a estudiar este arte.
Cada vez más convencida de a qué se quería dedicar, se vino a Morelia a seguir estudiando y con el apoyo de sus padres emprendió su primer saloncito, el cual resultó muy exitoso y a un nivel muy económico.
Después la encontró Ismael, el famoso estilista de Televisa en Ciudad de México, quien la invitó a trabajar con él y prepararse ya a un nivel diferente; ahí duró 13 años y empezó a hacerse de sus clientes.
Poco a poco la fueron publicando en distintos medios: revistas, radio y televisión, dando crédito de su gran trabajo, con lo que se posicionó rápidamente como una de las mejores. Entonces abre nuevamente su salón ya con un bagaje profesional mucho más pesado, pero sin olvidar sus raíces y todo aquello que ha abonado a su formación. “Parte del crecimiento se lo debo a la disciplina, la limpieza, el orden, a estar siempre disponible para mis clientas, a la atención que brindamos, y ya como algo más técnico, a los productos de calidad que siempre usamos”, comentó Sandy.
Quienes la conocemos, podemos asegurar que Sandy siempre nos recibe con una gran sonrisa, que nunca se ve enfadada, no se queja, siempre se muestra abierta y disponible, y trata a sus clientes de forma personalizada, ya que reconoce que un corte de cabello no sólo es un tema estético, sino que puede representar un cambio interno y emocional que cuenta una nueva historia.
“Para mí los cambios de imagen son como un activo; yo veo a una persona, me la imagino, y así me tiene que quedar porque ya la idealicé”, agregó.
Con clientela fiel de Morelia, Lázaro Cárdenas, Pátzcuaro, Uruapan, Apatzingán, Nueva Italia, Ciudad de México, y algunas internacionales como mujeres argentinas, españolas y americanas, Sandy siente una enorme satisfacción porque muchas de ellas la han acompañado y seguido por varios años; y al mismo tiempo sabe de la gran responsabilidad que implica seguir como la número 1; por ello es que constantemente va evolucionando y actualizandose en las tendencias de su ramo, ya que sabe que la preparación y el buen gusto del estilista se reflejará en sus trabajos.
Para Sandy hay 3 tipos de mujeres: las que gritan, las que murmuran y las calladas, y para cada una sabe cómo hacerla lucir espectacular a su esencia.