“Más allá de la función evidente de la arquitectura como creadora de espacios físicos, ésta actúa como un constructor social que moldea y refleja la interacción humana, los valores y las dinámicas de la sociedad”.
Texto: Edith Serrano
Fotografía: Cortesía
La arquitectura, definida como el arte de concebir, diseñar y construir estructuras para diversas actividades humanas, va más allá de la mera creación de espacios físicos. Este arte de concebir y construir edificaciones no solo cumple con necesidades prácticas, sino que también desencadena una serie de efectos en el tejido social.
Haré referencia al experimento de la “Teoría de las Ventanas Rotas” desarrollado por James Q. Wilson y George L. Kelling, que sostiene que la falta de atención a detalles, como una ventana rota no reparada, comunica un mensaje de descuido del espacio, afectando negativamente el entorno y la conducta social.
La pregunta clave aquí es: ¿Qué mensaje transmitimos al individuo y al colectivo social cuando presentamos espacios con diseños inadecuados, mal ejecutados o descuidados? Podríamos suponer que no hay consecuencias importantes, sin embargo, la percepción y el mensaje que estos espacios generan en el inconsciente del individuo es de suma importancia. Cada estructura arquitectónica comunica, ya sea inclusión o exclusión, apertura o cierre, comunidad o individualidad.
La disposición de espacios, el diseño y la estética de un edificio pueden influir en cómo las personas se relacionan entre sí y con su entorno. Asimismo, la planificación urbana y la distribución de infraestructuras afectan la movilidad, la accesibilidad y, por ende, la conectividad social.
Debemos comprender que la arquitectura no solo moldea espacios para un individuo o familia, sino que tiene un impacto profundo en la sociedad en general. La reflexión constante sobre la función, propósito y el potencial positivo de cada proyecto arquitectónico puede ser pieza clave para transformar los espacios, la calidad de vida y la interacción humana como la conocemos hasta ahora.
¿Qué pasaría si a partir de hoy vieras cada proyecto como una oportunidad de potenciar armoniosamente el espacio y la sociedad donde lo veremos nacer?