¿En qué momento pensamos o decidimos que es mejor no hablar con tu pareja?
Por: Ana Karen Ocampo
@ana_ogar
Imagen: Cortesía
Soy una comunicadora de profesión, pero más que nada, de convicción, y como a Benedetti, me gusta creer que con palabras se construyen puentes indestructibles.
¿En qué momento pensamos o decidimos que es mejor no hablar con tu pareja?
Una de las peores decisiones que puedes tomar en una relación es no comunicar lo que te gusta o disgusta, ¿por qué pensamos que al no decir las cosas, estas se van a solucionar mágicamente?
Las relaciones van de acuerdos y aunque muchas veces son tácitos (como la fidelidad, la correspondencia, el respeto), la gran mayoría de las personas (que yo sepa) no leemos la mente, por lo tanto, es necesario explicar a tu pareja cómo quieres que te quieran.
Los cinco lenguajes del amor
Es ya bien conocido por muchos el libro de Gary Chapman con ese título, pero si no lo conoces, te explico de qué va:
Chapman explica que existen 5 formas generales en que las personas expresan y experimentan el amor:
1. Palabras: Son todas las verbalizaciones de cariño, aprecio y afecto que se tienen en una relación.
2. Tiempo de calidad: Es el tiempo que se comprarte con la persona apreciada, sin prisa ni distracción, solo es tiempo (y para muchas personas lo más difícil de encontrar).
3. Regalos: Este se confunde muchas veces con ser materialista o consumista, pero más que el objeto, es el tiempo y esfuerzo que se puso detrás de este.
4. Actos de servicio: Estos son todos aquellos que hace uno para facilitarle la vida al otro: Cocinar, limpiar, llenar el coche de gasolina, llevar a alguien al aeropuerto, ayudar con algún trabajo… Los hay de todos tipos.
5. Contacto físico: No es necesariamente sexual, es el roce de la piel, el abrazo, el beso y todo lo que hay en medio.
En el pasado yo he cometido el error de querer que me lean la mente: “es que por qué no se da cuenta de que me gusta que me abracen”, a lo que la respuesta es tan evidente como un: “¿Has intentado decírselo?”
El pecado está en obviar, no obvies, lo que es claro para ti, puede no serlo para tu pareja, y ahí es donde entran los acuerdos.