En esta temporada de vigilia, numerosos restaurantes ofrecen opciones en sus menús que permiten mantenerse fieles a la tradición sin renunciar al placer de disfrutar de una comida deliciosa y nutritiva.
Por: Cortesía
La Cuaresma es un período litúrgico del calendario cristiano que promueve la purificación espiritual. Esta práctica, que se remonta al siglo IV, invita a abstenerse del consumo de carnes rojas. Por ello, las recetas para esta temporada de vigilia se caracterizan por incluir pescados, mariscos e incluso carnes blancas, como pollo o pavo. Para esta ocasión especial, numerosos restaurantes ofrecen opciones en sus menús que permiten mantenerse fieles a la tradición sin renunciar al placer de disfrutar de una comida deliciosa y nutritiva.
AÚNA
Aúna ofrece una experiencia auténtica y honesta con acentos de las tradiciones culinarias de distintas latitudes y el más absoluto respeto por los ingredientes locales y de temporada. En este refugio campestre se disfruta de una propuesta gastronómica inédita con la impronta del chef Jorge Vallejo y comandada por el chef Fernando Torres.
En el menú, como opciones para la temporada, destacan el Robalo a las brasas, un delicado filete de robalo asado a la perfección, acompañado de una irresistible salsa beurre blanc alcaparrada que realza su sabor. Se sirve sobre un lecho de puré de zanahoria cremoso y hortalizas frescas, ofreciendo una combinación exquisita de sabores y texturas que deleitarán tu paladar. Por otra parte, el jugoso Pollo rostizado es asado lentamente hasta obtener una piel dorada y crujiente, bañado en una sabrosa salsa masala que aporta un toque de especias aromáticas. Se acompaña con tzatziki, una salsa fresca de yogur con pepino, y se sirve con chayote y calabacín asados, creando un plato reconfortante y lleno de sabor que satisfará tus sentidos.
TEPPAN GRILL, HYATT REGENCY MEXICO CITY
Excelente para la temporada, Teppan Grill presenta un menú vegano, una propuesta gastronómica inédita en la que se adoptan matices del Shojin Ryori, régimen alimenticio sin proteínas de origen animal que siguen los monjes budistas.
La reconocida chef Miriam Moriyama presenta, para dar comienzo, tres piezas de nigiris. El primero es de raíces de loto, hoja aromática de shiso y bubu arare –granos de arroz inflado condimentados con alga nori–; el segundo es de zanahoria dulce, espárrago y neriume, este último es un puré de ciruela pasa al shiso rojo; el tercero es un temari sushi, o esfera de arroz de aguacate con ajonjolí de wasabi.
El menú continúa con el Yasai Sakamushi, en el que Moriyama agrega toques de distintas latitudes, entre éstas la de México, donde con la hoja de maíz se hace un cono relleno de vegetales, fideos chasoba, hongos orientales, sake y salsa de soya con aceite de trufa.
En los principales, por un lado se sirve el Tofu Yaki, una suprema de tofu envuelta en espinaca con salsa de semilla de ajonjolí, cebolla roja y crocante de wantán. Por el otro, está el Nasu Teriyaki, que retoma la especialidad de la cocina a las brasas con una berenjena tatemada con salsa de soya dulce y acompañada de pepita de calabaza, tomates Cherry y poro frito.
Para concluir, está el postre Kuzu anmitsu, una gelatina de kuzu, proveniente de la raíz del arrurruz japonés, con frutas en almíbar y el acento inesperado del jarabe de tequila.
SIEMBRA COMEDOR
A cargo de los chefs Israel Montero y Karina Montero, Siembra Comedor, reconocido por su compromiso con la excelencia culinaria y la innovación gastronómica, presenta dos propuestas que deleitarán los paladares más exigentes.
Para la temporada de vigilia, Siembra Comedor propone dos platos ideales para la ocasión: por una parte el Callo de Hacha de Agiabampo: originario de Sonora, este plato celestial combina la frescura del mar con la vibrante explosión de sabores de los cítricos locales. El picante sutil del auténtico chile chiltepin de la región se une a la frescura del pepino y la cebolla morada, creando una sinfonía de sabores que transportará a los comensales a las costas de Sonora. Por otro lado, el Aguachile de Lobina Curada resulta una verdadera delicia. Preparado con hierbas frescas del rancho Tehuantepec y un toque de mezcal que resalta los sabores auténticos, esta opción es una oda a la frescura y la tradición culinaria mexicana. La vibrante combinación de clorofila, cherrys, pepino y jícama añade una textura crujiente y un sabor refrescante a cada bocado.