¿Sabías que una de cada seis parejas en México sufre infertilidad? Es fundamental implementar políticas públicas que garanticen un acceso equitativo a estos tratamientos para todas las personas que lo necesiten.
Por: Dr. Luis Miguel Olmedo
Fotos: Cortesía
La infertilidad permanece como un problema que aqueja a un creciente número de parejas en diversos contextos sociales y culturales. El estigma asociado con este padecimiento permea diversos aspectos de la vida cotidiana de quien lo padece, incrementándose el sufrimiento y la presión psicosocial. La infertilidad puede causar en el individuo un alto impacto psico-emocional, ya que al observar a su alrededor parejas o mujeres que logran el propósito que éste persigue, puede enfrentarse a sentimientos de enojo, tristeza, ansiedad y asimismo tener una percepción de ruptura con la realidad. Por ello, su autoestima se ve disminuida; para el hombre, especialmente su autoconcepto de masculinidad.
La baja fecundidad, entendida como la imposibilidad de concebir después de haber realizado relaciones sexuales durante un periodo de dos a tres años o de llevar un embarazo a término, que se mantiene a lo largo del ciclo reproductivo y en un lapso de dos o más años de unión en pareja, tendrá un impacto psicosocial que irá más allá de las mismas características de la patología biológica.
Acceso a Tratamientos de Fertilidad en México
En México, son varios los factores que impiden a las personas con infertilidad acudir de manera oportuna a las instituciones de salud, entre los cuales destacan: el rezago económico, la distancia geográfica, la búsqueda de ayuda únicamente en la esfera convenciona o la falta de estudios de calidad y opciones para elegir tratamiento. Adicionalmente en México, la infertilidad no es considerada un problema de salud pública y, por lo tanto, ningún Sistema de Protección Social en Salud brinda cobertura al respecto; hasta que esto suceda, persistirá el problema social.
El acceso a procedimientos de fertilidad tan avanzados y exitosos es un trabajo colectivo en el que los donantes juegan un papel fundamental; además, son miles las manos enlazándose en este “dar y recibir” esperanza y vida, por lo cual el Dr. Luis Miguel Campos Olmedo está trabajando en un programa novedoso para mejorar el acceso a tratamientos al estar en un momento critico, donde vemos una reducción muy dramática en los indices de natalidad en todo el mundo.